Las aventuras de Jhonny Flash

Dios mio, ¡pero qué culo tiene!

Hace dos fines de semana estuve en esta entrañable ciudad castellano-leonesa (lo segundo sobretodo).
El barrio"el humedo" es una gozada, todo peatonal no tiene ruido de coches y los bares de todo tipo se amontonan. Hay buen tapeo, buen copeo, buena música, y buen ambiente para todos los públicos.

El chico de las lentejas me recibió con los brazos abiertos, me dió una vueltaza de lujo (estuvimos de 19 a 5 de la mañana), comimos bien, charlamos aún mejor, y diossss pero que pedazo de dúplex se ha pillado el cabrón. Sólo faltó la sesión musical pero quién nos iba a decir que encontraríamos al azar a cuatro simpáticas MIR a la salida de la catedral. Una vez más estuvimos atrapados en el húmedo con sus cañas, vinos, y tapas.